El evento organizado el pasado 7 de noviembre por los Premios al Juego Responsable y patrocinado por PICMATIC concluyó en la mesa de ponentes con una reflexión final de Fernando Fernández de Trocóniz, exabogado del Estado, quien instó a la industria a unirse y trabajar en una estrategia conjunta para fortalecer su competitividad frente al juego público.
En sus palabras finales, Trocóniz resaltó la importancia del regulador vasco, a quien calificó de “magnífico” por su capacidad para escuchar y anticiparse a los problemas del sector. «Es consciente de la posibilidad de que enfrenten problemas en el futuro, y está siempre dispuesto a ofrecer razonables», señaló, destacando que esta apertura del regulador debería ser aprovechada por las empresas para encontrar puntos en común y fortalecer sus posiciones.
Trocóniz dedicó parte de su intervención a reflexionar sobre la competencia que enfrenta el juego privado frente al juego público en España, que, según él, cuenta con una fuerte aceptación popular y una imagen familiar que lo hace atractivo y accesible. Criticó el enfoque permisivo hacia la lotería pública, la cual se promueve en cada esquina, y cuestionó las restricciones de publicidad y distancia a las que está sujeto el sector privado. “Si queremos competir con el juego público, hagámoslo en serio: unámonos, estableceremos estrategias conjuntas y enfoquémonos en mejorar nuestra imagen social”, afirmó.
También puso en valor el papel de las empresas familiares, destacando su capacidad de adaptación y rapidez para responder a cambios en los hábitos de consumo. “Los empresarios familiares tienen una agilidad que las grandes compañías no pueden permitirse, especialmente en un sector como el juego, donde es fundamental adaptarse rápidamente”, añadió Trocóniz, señalando la importancia de esta flexibilidad como una ventaja competitiva en el mercado.
La intervención también incluyó una reflexión sobre la legislación del País Vasco en materia de pactos sucesorios y herencia, una normativa que, según él, favorece la continuidad y estabilidad de las empresas familiares al permitir mayor flexibilidad en la transmisión del negocio. «Esta reforma, aunque desapercibida, es esencial para garantizar la permanencia de las empresas familiares en el sector», comentó.