En el marco del Desayuno RSC patrocinado por PICMATIC y organizado por los Premios al Juego Responsable y RSC, celebrado en la Bodega Severino Sanz el pasado 7 de noviembre
En su intervención, Torralba destacó el compromiso del sector del juego en el País Vasco, mencionando ejemplos como el programa FES, que, a pesar de no estar obligado legalmente, fue impulsado por diversas empresas como una forma de aportar a la sociedad.
“No teníamos ninguna obligación, pero entendimos que debíamos hacer nuestra parte», aseguró Juan Vicente . Además, Juan Vicente abordó el tema de las restricciones legales que impiden que el sector participe en actividades como el patrocinio de equipos de fútbol o baloncesto, una situación que dificulta la conexión con la sociedad en general. “Nos resulta difícil acercarnos a la sociedad cuando no podemos realizar patrocinios o asociaciones visibles,” explicó.
A raíz de esta reflexión, Torralba hizo hincapié en la paradoja de que la responsabilidad social del sector se debate más intensamente que otras cuestiones que afectan a la sociedad en su conjunto, como los hábitos alimenticios, la obesidad y el consumo de productos nocivos. “El debate sobre el juego responsable está sobrerrepresentado, pero hay problemas mucho más graves que ni siquiera son cuestionados con el mismo rigor,” agregó.
Por su parte, Aitor Uriarte subrayó que la responsabilidad social debe ser un esfuerzo compartido, no solo una carga para el sector del juego. Destacó una contradicción en la percepción pública, ya que aunque un 70% de los encuestados considera el juego “malo o muy malo», un 85% admite haber jugado en el último año. “La sociedad también tiene que ser coherente con su parte de responsabilidad», enfatizó Uriarte, resaltando que no todo el peso debe recaer únicamente en el sector.
En este sentido, ambos coincidieron en que el sector del juego se ve frecuentemente utilizado como herramienta de presión política. Según Uriarte, el juego es un tema que genera debates entre partidos, a menudo usado para presionar a los gobiernos y generar controversias. “Estamos en un sector que a veces se convierte en un elemento de presión política, lo que no favorece nuestra reputación», comentó Aitor.
El Presidente de la Asociacion de Salones de Euskadi también abordó los desafíos laborales que enfrenta el sector, particularmente en el País Vasco, donde las bajas laborales frecuentes obligan a las empresas a tener plantillas mayores de lo necesario, lo que aumenta los costos operativos. “Las bajas laborales están afectando la competitividad del sector y los costos adicionales son difíciles de asumir», señaló. Según los datos que compartió Aitor, los trabajadores en el País Vasco tienen una media de 22 días de baja al año, muy por encima de la media nacional, lo que representa un reto considerable para la industria. “Tenemos que tener plantillas un 15 o un 20% mayores de lo necesario para cubrir estas bajas, lo que supone un sobrecoste importante», explicó.
En cuanto al programa FES, ambos reconocieron su valor, pero Uriarte explicó que, al ser originado por el sector, algunos actores gubernamentales se mostraron reticentes a apoyarlo. Juan Vicente, sin embargo, destacó la importancia de buscar apoyo a través de organizaciones como HIRUKIDE, la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euskadi. “Es fundamental trabajar con organizaciones no gubernamentales y educativas para llegar a la sociedad de forma más directa y educativa,” sugirió.
El evento también permitió una conversación sobre cómo las empresas del sector pueden colaborar con la sociedad sin recurrir a formas tradicionales de patrocinio o publicidad. Torralbapropuso que el sector debe ser más imaginativo, apoyando iniciativas sociales sin necesidad de asociar su imagen directamente a marcas comerciales. “Hay formas de apoyar a la comunidad sin necesidad de que nuestro nombre esté en todas partes», dijo. Esta reflexión fue reforzada por Aitor, quien mencionó que, en lugar de publicidad explícita, el sector debe enfocarse en colaborar con iniciativas que tengan un impacto real y positivo en la sociedad sin necesidad de estar presentes de manera visible.
Tras las intervenciones de Juan Vicente y Aitor, se dio paso a la participación de otros invitados, quienes también aportaron sus reflexiones sobre la ética y la sostenibilidad en el sector, enriqueciendo el debate. Este intercambio de ideas subrayó la necesidad de que el sector del juego, al igual que otros sectores industriales, reflexione profundamente sobre su impacto en la sociedad y cómo contribuir a un modelo más ético y responsable. El debate dejó claro que el camino hacia una mayor sostenibilidad pasa por una responsabilidad compartida entre todas las partes involucradas, desde los consumidores hasta las autoridades gubernamentales.